Sexo tántrico, ¿mito o realidad?

¿Qué es el sexo tántrico?

El sexo tántrico es una disciplina espiritual derivada de la filosofía Tantra, nacida en oriente y con más de 4000 años de antigüedad. Este tipo de sexualidad no tiene como único o principal objetivo la eyaculación, lo comprendido como físico y fisiológico, sino algo más allá.

De hecho, el sexo tántrico y la filosofía tantra buscan la conexión con uno mismo, entre cuerpo, mente y espíritu con el sexo y la meditación como vehículos para ello. Por este motivo no resulta nada extraño que el yoga, el pilates y otras prácticas espirituales se relacionen con ello. 

Los aspectos positivos de esta práctica son la conciencia plena que otorga y alcanza el individuo de su propio cuerpo, de sus propios sentidos y, por ende, de cómo entender al otro. Todo ello mediante y gracias a la conexión al presente que desarrolla el sujeto.

Dicho de otra manera: los hombres y las mujeres pueden aprender a disfrutar del momento, del acto sexual, del aquí y del ahora. El tantra y su práctica les permiten abandonar la mente de forma tal que su conciencia corporal y espiritual aumenta, siendo el foco principal del encuentro y yendo más allá de lo temporal y lo físico. 

Puede sonar muy extrasensorial y difícil, pero el sexo tántrico únicamente requiere práctica y conciencia. Como cualquier tipo de experiencia, más si es novedosa, resulta imprescindible involucrarse con la experiencia y no tener miedo a experimentar, a sentir, tanto lo propio como lo ajeno. 

¿El sexo tántrico requiere penetración?

Sí y no. Es decir, el sexo tántrico no tiene como objetivo principal la penetración, pero sí que se puede incluir dentro del acto si la pareja lo desea. No es un detalle obligado, éste queda al deseo de los individuos. 

Asimismo, la penetración en el sexo tántrico debe llevarse a cabo mediante una serie de pautas y estados de conciencia concretos. Esto os lo explicaremos a continuación.

¿Qué deben hacer los hombres y las mujeres en el sexo tántrico?

• Respirar de forma consciente: la pareja puede hacer ejercicios de respiración conjuntamente, de forma previa al acto. Uno de los más socorridos consiste en sentarse uno frente al otro y respirar de forma paulatina: cuando uno expira, el otro inhala y así consecutivamente. Lo imprescindible es la concentración y la conciencia del momento. El individuo debe centrarse en su pareja, en sendas respiraciones y en la relajación.
• Dar importancia a las caricias: explorad el cuerpo del otro con caricias o masajes mediante aceites, cremas u otros productos con aromas sensuales. Todo ello servirá para relajaros aún más y sentir mejor vuestros cuerpos.
• Besar: el contacto visual en éste y en todos los momentos del sexo tántrico es imprescindible. Hay que besar la boca y todas las partes del cuerpo, de forma calmada, apasionada, como deseéis. 
• Penetración consciente y calmada: según los expertos en sexo tántrico, una penetración ideal en esta práctica debe durar, aproximadamente, media hora. Puede parecer demasiado a simple vista, pero siguiendo los pasos que aconsejan no lo es para nada. Ellos comentan que se debe penetrar muy despacio, sintiendo cada movimiento, parando y reactivando los movimientos. 
• Controlar la eyaculación: la eyaculación no es el objetivo del sexo tántrico, por ello contra más tarde en llegar, mejor. En caso de que ocurra, volved a acariciaros y descansad si es necesario. Además, tanto el hombre como la mujer pueden apretar con dos dedos la zona del perineo, que queda entre el escroto y el ano, para evitarla.
• Gozar y disfrutar del clímax: el clímax llegará, seguramente, tras unas horas de sesión, pero también y con la práctica, podrás disfrutarlo durante más horas y de forma prolongada. 

¿Quieres saber más? Dentro de unas semanas explicaremos más cosas sobre esta práctica tan conocida pero tan poco disfruta por muchos.